Como Maestro de Ceremonias uno de los primeros conceptos que aprendí con el paso del tiempo es que todos los eventos son importantes.
Durante 20 años fui parte del equipo de Ceremonial y Protocolo de la Policía de Córdoba, mi provincia natal. Todo ese trayecto recorrido me dio un entrenamiento capaz de poder desenvolverme de manera confiada en cualquier esfera.
Y fue justamente en los comienzos que, por confiado, subestimé un acto de egreso escolar y si bien el acto resultó bien, mi manera de conducirme y los gestos relajados no generaban tranquilidad en la organización que me había contratado.
Cuando realicé la evaluación de mi desempeñocomprendí que ellos estuvieron semanas y hasta meses trabajando en los preparativos de un evento al que yo, en pocos minutos, podría realzar o echar por tierra tanto esfuerzo y dedicación de los organizadores.
Desde ese momento algo cambió en mi modo de ver y sentir los eventos. Empecé a involucrarme más en la organización, a sugerir cambios superadores, a mostrar mi confianza generadora de paz y armonía y no desencuentros, porque esa energía luego se instala en el ambiente. Como decimos aquí, “me pongo la camiseta” de la organización, me siento uno más y trabajo codo a codo con el equipo.
Conducir un evento con lleva mucha responsabilidad y conocer muchos aspectos que harán que te conviertas en un verdadero Maestro de Ceremonias.
Así que te deseo mucho éxito y ya sabes “ponte la camiseta de tu pasión”.